Maravillosa adaptación cinematográfica
realizada por el oscarizado Tom Hooper (El Discurso del Rey) del ya clásico
musical de Claude-Michel Schönberg.
Huelga decir a estas alturas y por el
tipo de producción que es, que la cuestión técnica es de una altísima factura,
la fotografía bellísima y la dirección artística y escenografía impecables.
Pero no es solo el aspecto técnico lo más destacable de este filme sino la
fabulosa adaptación del musical a la pantalla y el magistral trabajo
interpretativo de sus protagonistas.
Discrepando de lo que he podido leer en
otras opiniones, el equilibrio entre las partes cantadas y dialogadas está
perfectamente realizado, no quiere esto decir que haya una correspondencia de
duración entre ambos sino que el escasísimo diálogo existente está
adecuadamente insertado y recortado para dejar paso a lo que realmente lleva el
peso del musical que son, lógicamente, las canciones y de este modo no hacer
más larga la cinta, ya que está entre uno de los 3 musicales de mayor duración
de la historia. Al contrario de lo que esto puede parecer no hace pesado su
visionado sino que lo convierte en un auténtico disfrute y lo hace mucho más
comprensible que en la propia representación teatral.
Me gustaría destacar cada uno de los
momentos estelares que los protagonistas tienen cuando cantan “su canción” a
modo de aria operística. Todas estas escenas están rodadas de la misma forma
para dar unidad, con un exquisito gusto estético y manteniendo un primerísimo
plano fijo, más fotográfico que cinematográfico, en donde la cara del cantante
aparece en un lado de la pantalla, no en el centro y que hace que el actor
tenga que mostrar toda la carga emotiva que cada una de esas piezas tienen, sin
trampa ni cartón, desarrollando un trabajo actoral dificilísimo pero con un
resultado sublime, consiguiendo brillar y conmover.
Estos cantantes no profesionales pero
excelentísimos actores son un claro ejemplo de cómo se debe hacer este trabajo
escénico, sin necesidad de impostar demasiado la voz pero sabiendo decir y
transmitir inmejorablemente. (Soy contrario a una impostación excesiva que lo
único que consigue es que no se entienda nada. Las canciones tienen letra para
algo, y más cuando se cuenta una historia).
Ahondando en el aspecto musical, decir
que por primera vez escucho una orquestación en condiciones de esta obra,
realizada por la compositora y ganadora de un Óscar, Anne Dudley.
Desde luego abstenerse todos aquellos
que penséis que es una tortura estar leyendo todo el rato para entender las
canciones en Inglés. Señalar que los subtítulos no son la traducción literal de
la versión anglófona sino la adaptación española del musical, lo cual tiene
cierta gracia ya que se pueden canturrear las canciones en español al mismo
tiempo, encajan con la música. Imprescindible para los que conocéis y os gusta
esta obra, gozaréis como yo lo hice.
Lo mejor: El trabajo actoral del reparto
y sobretodo Hugh Jackman, me ha sorprendido muy gratamente, nunca lo había
visto antes desarrollando un trabajo así.
Reseñar también el contrapunto de los
personajes cómicos como el mesonero, interpretado como no podía der de otro
modo por Sacha Baron Cohen y el pequeño héroe revolucionario Gavroche
interpretado por Daniel Huttlestone.
Lo peor: El excesivo engolamiento en la
voz de Eddie Redmayne (Marius) y su físico que, a mi criterio, no se encuentra
a la altura del papel ni de su partener.
Altamente recomendable.
07/01/2013
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