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lunes, 10 de agosto de 2015

DEL REVÉS

Muchas han sido las alabanzas que ha recibido esta última producción de Píxar desde los primeros momentos de su estreno. Hacía tiempo que no había leído ni escuchado tantos parabienes en tan poco tiempo. Y efectivamente, todos esos elogios pueden ser ciertos y yo estar más o menos de acuerdo con ellos pero, francamente, si pensara igual, seguramente que no me hubiera molestado siquiera en escribir esta reseña, y es que hay varios puntos en los que disiento.

Por un lado la idea no me parece tan sumamente original como se dice. Supongo que no soy el único que tiene un fuerte y grato recuerdo de la serie francesa, que tantísimo éxito tuvo en nuestro país en los años 80, “Érase una vez el cuerpo humano”, que en España se llamó “Érase una vez la vida” y donde los niños podíamos entender el funcionamiento del cerebro a través de una representación muy parecida a la que se nos presenta aquí. Además, en este sentido, hace ya tiempo que tuve la oportunidad de ver éste excelente corto que me ha hecho tener cierta sensación de déjà vu.
Por otro lado, aunque el planteamiento esté bien engranado y represente maravillosamente cómo pudiera ser nuestro órgano más complejo, me dio la impresión de que, en la película, lo que se desencadena en la cabeza de la pequeña protagonista no se debe directamente a lo que le ocurre en su vida y que eso provoque unos cambios internos, sino que dichas variaciones se producen dentro y que, prácticamente de manera casual, coinciden con lo que acontece fuera. O tal vez, esta sea la mejor explicación de que el modo en el que nos sentimos no depende del todo de lo que sucede a nuestro alrededor sino de la forma en la que afrontamos y nos tomamos las cosas que nos pasan.

Otro detalle sin mucha importancia, pero curioso, es por qué el aspecto físico de todas las emociones de los personajes a los que se las podemos ver, son una especie de clon de su dueño, excepto en el caso de la protagonista, que son de diferente sexo y no es que se parezcan a ella tampoco.

Pero lo que realmente sí me parece “más grave” en esta magnífica película, es su estructura de guion, no por mal hecha, sino porque la creo ya demasiado manida por parte de esta factoría. Desde “Toy Story”, se nos presenta el mundo particular de las cosas cotidianas que nos rodean, ya sean juguetes, monstruos, coches o personajes de videojuegos, para adentrarnos en un apasionante universo de fantasía. El problema es que la historia viene a ser casi la misma siempre. Estos seres se ven envueltos en una serie de contratiempos que los alejan del lugar en el que deben estar y tienen que recuperar dicha posición para que todo siga como y donde le corresponde. De esta manera la película se convierte en una aventura fascinante pero también en un típico argumento de videojuego de plataformas. Es cierto que podríamos decir que todas las películas e historias de determinado género mantienen una estructura común, pero para mí ésta ya está un poco trillada.

Otro aspecto reseñable es la música del compositor Michael Giachinno, que nos lo quieren “vender” por obligación prácticamente como el sucesor de John Williams (muestra de ello es que el propio Steven Spielberg está empezando a tomarlo como relevo del ya más que octogenario maestro) y yo sigo viéndolo todavía muy a años luz de éste. A pesar de las buenas críticas de esta banda sonora, a mí me pareció poco más que música de ascensor. Es posible, que necesite una audición más detenida, pero fue lo que me transmitió al escucharla en la sala, que es la función primera de una música de esta naturaleza.

Por último, siendo el título original bastante acertado, “Inside Out”, no entiendo del todo la enésima mala traducción del mismo en la versión española.

A pesar de todos estos inconvenientes, algo extensos en mi exposición, son insignificantes con respecto al mérito de su realización y a la diversión que ofrece. Aun no considerándola una obra maestra, entiendo que para muchos lo sea o esté cerca. En esta ocasión creo que no me correspondía elogiarla y decir todo lo positivo que tiene sin cuestionarme nada más, porque para eso ya han escrito otros más y mejor que yo.

23/07/2015

8 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Efectivamente creo que son detalles que la alejan de ser una obra maestra.

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  2. Me pareció una muy buena película, sin embargo se me hizo un poco larga, llegando a puntos en los que me aburrió. Para mí en una muy buena idea y original, aunque me hubiera parecido más interesante que durante toda la película se hubieran visto los homúnculos de otros personajes, como en la escena de la comida familiar en la mesa, creo que le hubiera dado un salto de calidad a la película. En definitiva, me pareció una muy muy buena película a la altura de las mejores de pixar, pero algo tediosa en algunos momentos de la misma

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  3. Por cierto, el corto que has puesto está genial y es muy muy parecido a la película, aunque tiene también el, según tu, fallo, sobre que lo que le sucede viene dado por lo que pasa dentro de él y no dado por los acontecimientos que le ocurren alrededor. El final del corto es muy bueno y divertido.

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    1. En la película "Del Revés", lo que se nos muestran son emociones básicas que yo entiendo que deben manifestarse según lo que le ocurre a la persona, es decir, alguien está triste si le ha pasado algo triste o alegre si le ha pasado algo bueno. Por eso creo que las emociones dependen en gran medida de las circunstancias externas. Lo que nos muestra el corto "Cerebro Dividido", no son tanto emociones sino más bien pulsiones, por eso no dependen tan directamente de los acontecimientos externos.

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  4. Por qué tristeza es gorda bajita y fea y alegría una sílfide divina brillante?? Una vez más el reflejo de una sociedad que elogia lo visualmente agradable y rechaza a quien no entra en sus cánones de belleza...menos mal que al final, se vuelve protagonista tb la tristeza.
    Totalmente de acuerdo con tu opinión. Agridulce el sabor que deja después de tantas críticas positivas.
    No esperaba que reflejara únicamente el poco control que tiene uno sobre las emociones, (más bien pulsiones pasionales) sino que encima ellas fueran la maquinaria necesaria para la toma de decisiones. Divertida, sí...pero con dobles lecturas.

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    1. Me encanta tu análisis Celia, muy acertado. Yo no había caído en eso que comentas pero me parece muy interesante. Daría mucho que hablar al respecto.

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    2. En mi más modesta opinión y sin ser acérrima seguidora de Disney, considero que el comportamiento de la niña debería ser consecuencia de los nuevos acontecimientos que le pasan a su edad, que veo que son muy normales, ya que no tiene cerca todo aquello que ocupaba su día a día y no deberse a que tristeza juega con un recuerdo en un momento determinado.
      Me gusta cómo se van formando las islas conforme va avanzando su conocimiento, emociones y sentimientos.

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