Ésta tiene la intención de mantener el espíritu original respetando ciertos detalles de estética, ambientación o música, pero nos muestra una visión distinta de lo que ya se conoce, atesorando la virtud, por tanto, de contentar a los amantes de la primera y de ofrecer cosas nuevas.
Los efectos visuales, esenciales en esta obra, están bien pero distan mucho de ser perfectos. No obstante, nos permite disfrutar de ese fascinante mundo animal y de su desbordante naturaleza selvática.
En cuanto a las interpretaciones, perdemos las voces de Bill Murray, Ben Kingsley o Scarlett Johanson en la versión doblada y el trabajo del chico protagonista, Neel Sethi, resulta bastante inexpresivo, aunque tiene que ser complicado transmitir cuando tienes que interactuar ante compañeros que no se ven y en un contexto inexistente.
En otro orden de cosas, me parece un lujo que John Debney nos permita volver a escuchar el opening musical que ya compusiera George Bruns en la versión del 67, así como algunas adaptaciones de las canciones de los míticos hermanos Sherman y el famoso “The Bare Necessities” de Terry Gilkyson.
Una película familiar, especialmente adecuada para que los más pequeños aprecien el amor por la fauna y el entorno natural.
23/04/2016
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