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miércoles, 30 de septiembre de 2015

FRANCISCO, EL PADRE JORGE.

Producción hispano-argentina que narra la vida del actual papa Francisco, desde su vocación adolescente hasta la toma de posesión del cargo.

Con cierto aspecto de telefilme, ofrece una mirada muy humana de esta figura que se supone prácticamente divina.

Como era de esperar, subraya su manera de pensar y revela su visión progresista del catolicismo. A pesar de ser uno de los pontífices más transgresores, me pareció que la película peca algo de timorata, procura no ser efectista y es bastante comedida, dando la sensación de querer filtrar un poso en el espectador que haga reflexionar, pero que no moleste en demasía. No se muestran escenas de confrontación con la cúpula eclesiástica ni con perspectivas más conservadoras, que le pudieran haber inyectado mayor dramatismo al guion y carácter al personaje, aun yendo en detrimento del rigor histórico. Tal vez se muestra más preocupada de no incomodar que de remover las conciencias más recalcitrantes, dando cierta impresión de propaganda católica.

Lo más interesante, aparte del acercamiento al personaje, es el diálogo interpretativo en el que se convierte la cinta. Por un lado, la correcta Silvia Abascal que representa una postura agnóstica de la vida y por otro Darío Grandinetti, uno de los actores argentinos más talentosos de su generación. Ambos tienen su punto de encuentro gracias a la admiración y profesión de ella (periodista), al respeto mutuo y a la coincidencia en su actitud frente al aborto.

A pesar del buen trabajo del actor americano, para mi gusto no transmite la energía, el optimismo y la esencia del verdadero,  que posee un semblante afable y una sonrisa permanente que goza de un brillo especial. Grandinetti emana pesadumbre, cansancio y reflexión, muestra de ello es el propio cartel de la película.

Como curiosidad, el magnífico arranque de la película, con un maravilloso tango de Astor Piazzola que ilustra las bellas imágenes de la ciudad de Buenos Aires.

En general, una película acertada que dibuja una visión amable de la fe católica.

30/10/2015

4 comentarios:

  1. He leído buenas reseñas sobre la interpretación de Darío Grandinetti y, como bien indicas, la película, parece, pasa de largo por cuestiones más controvertidas, en referencia a la propia fe católica y sus estructuras. Quizás, Beda Docampo Feijóo busca a un público determinado al que podría incomodar un tratamiento distinto.
    Desconocía la incorporación de un tango de Astor Piazzola, bajo mi punto de vista, uno de los músicos más importantes del siglo XX, a pesar de la polémica que generó su música. Como siempre, magnífica crítica, Jose.

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    1. Muchísimas gracias a ti Alberto. Creo que el personaje se hubiera prestado a zarandear con mucha más fuerza las anquilosadas mentes de ciertos sectores eclesiásticos, como de hecho parece estar sucediendo en la realidad.

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  2. Es dificil interpretar el papel del PAPA,y lo pongo con mayúsculas poque creo que tanto para agnósticos o no,es una figura amable y coherente con estos tiempos.
    Cierto es que no se mete en temas más peliagudos,pero precisamente creo que será para hacer de esta una película agradable.
    A mí me ha gustado verla y he de "confesar" que me emocioné en un par de escenas.Un saludo José Manuel.Buen trabajo.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo en que este Papa cae bien a creyentes y a impíos, es una figura única que está haciendo un magnífico papel. Aunque pensándolo bien, solamente está siendo coherente con lo que siempre debería haber sido esta figura eclesiástica, lo que pasa es que al ser el primero que actúa así, nos parece excepcional.

      Lo de que no se mete en temas peliagudos, supongo que te refieres a la película, porque en la vida real sí que se ha atrevido a intervenir en temas tan delicados como la pederastia en la iglesia.

      En cualquier caso, es una película amable, como lo es la figura a la que representa.

      Por cierto, muy bien traído lo de "confesar" que te emocionó. Gracias de nuevo por participar. Un saludo.

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