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martes, 10 de marzo de 2015

EL FRANCOTIRADOR

Enésima lección de cine del actor, director, productor, guionista, músico y compositor Clint Eastwood que, aunque personalmente pienso que sus películas nunca son redondas del todo, sí que brillan a gran altura y es una de las personalidades más interesantes de Hollywood en los últimos 50 años.

La primera consideración que me vino a la cabeza al saber de esta película, basada en la autobiografía del marine estadounidense Chris Kyle, fue de tipo ético. Cómo se puede apoyar institucionalmente la muerte de cualquier persona con estos métodos tan sibilinos y qué enfoque ideológico presenta. Creo que Eastwood termina rápido con todo este tipo de debates justificando de forma muy clara y ejemplificante el por qué de esta figura militar. Se puede estar más o menos de acuerdo pero me parece que en el contexto que se muestra, funciona, aunque se piense que no existe crimen que goce de excusa moral alguna, incluso cuando se produzca en un conflicto bélico.

El protagonista no destila ningún tipo de placer ni orgullo por el hecho de matar, más bien al contrario, a pesar de que se le apode “leyenda” por ello. Lo vive como un servicio de defensa a su patria, realizando un trabajo sucio que alguien debe hacer. Para más inri, su profesionalidad queda meridianamente clara en numerosos momentos en los que espera hasta el último segundo para disparar y su sufrimiento queda patente cuando se ve obligado a hacerlo sobre mujeres o niños.

De esta forma Eastwood libera al espectador de cuestiones deontológicas para dejarse atrapar por una narrativa muy ágil y unas escenas magníficamente rodadas, llenas de fuerza. Así mismo introduce la sempiterna historia de amor y nos descubre a un héroe muy humano, con sus virtudes y sus debilidades.

Con respecto a la historia de amor, creo que ésta es otra de esas películas que funcionaría bien aunque no se metiera por obligación el típico romance. Me resultan exasperantes, y supongo que poco realistas, las conversaciones maritales vía telefónica que se producen en plena contienda, empalagan un poco.

También se ha comentado que, a pesar de tener 6 nominaciones a los Oscars, era curioso que ninguna de ellas fuera a mejor director. La razón que muchos han esgrimido al respecto, ha sido que se debía a una escena en la que se utiliza un muñeco bastante cantoso en lugar de un bebé real. Ciertamente es incomprensible que un filme que ha contado con un altísimo presupuesto y que consigue un realismo extremo en los fragmentos más difíciles, lo estropee con una chapuza de ese calibre. En este sentido yo añadiría el hecho de que Bradley Cooper, en algunas secuencias, lleve una especie de algodón en la mandíbula inferior para ser belfo y parecer tal vez más rudo, lo veo totalmente innecesario (o igual de necesario que Luis Tosar lleve un peluquín para hacer de policía).

Aún así, me pareció tan impresionante el conjunto de la cinta y tan meritorio filmarla a los 84 años, que estos detalles para mí fueron lo de menos.

27/02/2015

8 comentarios:

  1. A mi me pareció una pelicula estupenda aunque en algunas ocasiones puede parecer un pelín pesada. Destacar algo que has pasado por alto, la forma física a la que se ha sometido Cooper para convertirse en Seal. Genial!
    Es "fácil" hacer cine de calidad contando con los medios de los que dispone Eastwood. Quizás sea más importante en este caso la historia que la plasmación al celuloide de la misma, la cual no se sale de lo convencional.
    Otra cosa que me resultó curiosa es la música. No lleva apenas. Alguna percusión y alguna pincelada por aquí y por allá.
    De todos modos las películas de Eastwood siempre son diferentes lo cual no quiere decir que sean brillantes!!
    Destacar un final seco pero que te hace estar pegado en el asiento por pura curiosidad.
    Buena crítica José Manuel Garrido Jorge

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    1. Efectivamente el trabajo de Bradley Cooper es espectacular, le da el punto justo al personaje y se está perfilando como uno de los grandes actores de Hollywood de los últimos años. Muestra de ello son las 3 nominaciones a los Oscars como mejor actor principal en las últimas 3 ediciones.

      No creo que contar con un gran presupuesto sea garantía incontestable de éxito, hay muchos ejemplos que así lo corroboran en un sentido y en otro, aunque lógicamente facilita las cosas y en manos de alguien como Eastwood se convierte casi en un seguro.

      Lo que dices con respecto a la música debe ser verdad, realmente no la recuerdo. Me pasó totalmente desapercibida, a pesar de que suelo comentar la banda sonora de las películas de las que hablo. Ésta la firman el propio director y Ennio Morricone, una pareja de viejos amigos. Escuchándola ahora, efectivamente el tema suena mucho al gran maestro italiano.

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  2. A pesar del magnífico análisis del amigo José Manuel Garrido, esta es una de esas propuestas que difícilmente pueden conformarse a una contemplación meramente analítica: no quiere definirnos cómo es el tenedor o para qué sirve; quiere que comamos con él o que nos peinemos, incluso, dependiendo de dónde caiga el azote visionario de los buenos y las rémoras ancestrales de los malos, según la Biblia estadounidense y el afán beligerante que todo Presidente Norteamericano ha de mostrar para sentirse parte de la piel de aquellos pulcros muros que limitan y cierran la Casa Blanca.
    Eastwood ha tomado partido, y partido hasta mancharse, como diría el poeta: elige un "héroe" local, lo viste de humanidad y nos justifica que haya momentos en los que la mejor política diplomática es la aniquilación de la población civil ( tanto unos, como otros); no es un mero espectador de piedra que cuenta la historia del estadounidense Kyle; éste es el medio que nos conduce al fin.
    Caer en el relativismo más indolente es fácil con una producción casi intachable, unas secuencias rodadas para hacernos olvidar lo importante y embelesarnos con la estética pura... Hay que ir más allá, porque la intención de su director marca el sentido.

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    1. Poco más se puede añadir a lo que bien apuntas Alberto, pero a pesar de tratarse de un hecho real que da para un largo y profundo debate, conseguí tomarme el film como una de "vaqueros", en el sentido más fantástico y cinematográfico del término y tragué con lo que me planteaba la historia. He leído en algún foro, no sé cómo lo verás, que Eastwood no quiere otra cosa que criticar el sistema bélico americano presentando a un héroe tosco y ridículo, de ahí los "fallos" intencionados de muñecos de plástico y demás. No sé si es querer ver más de lo que es o será así. En cualquier caso reabre debates que nunca están demás ser reconsiderados.

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  3. A mí me pareció demasiado fría, la verdad. Muy lejano todo lo que cuenta. Lo mejor, sus complicadas vueltas a casa. Pero ni el duelo de francotiradores ni lo que les pasa a los miembros de su Platoon terminan de convencerme.

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    1. No se pueden rebatir las apreciaciones de una autoridad cinematográfica como el señor Lens. Muchas gracias por tus aportaciones y por participar en este humilde foro.

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  4. Pero estoy muy de acuerdo contigo: 84 años y sin para de currar. Creo que Clint quiere hacer todo lo que pueda mientras le dejn y que está filmando demasiado rápido. Hasta para él...

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    1. Según tengo entendido el proyecto estuvo primero en manos de David O. Russell y posteriormente en las de Steven Spielberg, pero parece que este abuelo no se achica ante nada. ¡Un grande!

      Tengo la pena de que hay una generación de leyendas vivas de las que nos queda poco por disfrutar. Cada día tengo presentes a genios como, aparte de Eastwood, Ennio Morricone o John Williams.

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