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domingo, 28 de febrero de 2016

AVE CÉSAR

Película que a cualquier amante del séptimo arte, a priori, puede interesar ya que trata de metacine o cine dentro del cine.

Contando con un elenco estelar como Josh Brolin, George Clooney, Ralph Fiennes o Scarlett Johansson, entre otros, y los hermanos Coen capitaneado el proyecto como productores, guionistas y directores, uno piensa que son mimbres más que suficientes para suponer que merece la pena acudir a una sala a verla. Pues bien, nada más lejos de la realidad.

El atractivo de ver el retrato de los estudios de la época dorada de Hollywood y de conocer alguna interesante historia de los cineastas y estrellas de la época, se desvanece al comprobar que se trata de una caricatura pretenciosamente cómica de varios de los estereotipos de aquellas viejas glorias que de forma más bien lejana podemos identificar con personas y situaciones reales.

Este planteamiento hubiera podido ser perfectamente válido si no fuera porque el guion es un auténtico galimatías carente de interés, sin demasiado ritmo ni gracia, que hace que la película sea fallida. Sus defectos superan a sus virtudes y se vuelve larga y pesada.

Lo mejor es la ambientación y recreación de todo ese universo de cartón piedra de los míticos platós cinematográficos y cómo utilizan los diferentes formatos para dar sensación de cine dentro del cine.

De las pocas cosas que salvaría, un número acuático a lo Esther Williams, los rodajes del cowboy y el número musical de los marineros, sin duda lo mejor.

Los Coen, que son altamente valorados en la industria y cuyas obras son objeto de culto entre un amplio y selecto número de cinéfilos, no cuentan con la misma admiración por mi parte en líneas generales, aunque sí reconozco su talento y personalidad. De sus trabajos, que no domino a fondo por la decepción que me producen algunos de ellos, destacaría “No es país para viejos”, una especie de western moderno cuyo personaje que le valió el Óscar a Bardem, forma parte ya del imaginario icónico de los villanos de la historia del cine.

28/02/2016

viernes, 26 de febrero de 2016

EL RENACIDO

Atípico western que parece concebido para que uno de los directores de moda, el mexicano Alejandro González Iñárritu, encumbre a la gloria de los Óscar a Leonardo DiCaprio, que tan injustamente ha sido tratado en estos premios y con los que da la sensación que el actor vive algo obsesionado.

Tal vez no sea su mejor trabajo, pero seguramente sí el más duro. Ha tenido que pasar las de Caín en el rodaje, según el momento se le ve corriendo en condiciones extremas, mojado, arrastrándose, siendo golpeado, enterrado, pasando frío, teniendo que expresar sin poder hablar, etc. En definitiva, todo aquello que tanto gusta a la Academia de Hollywood premiar. No obstante, aunque no le concedieran la codiciada estatuilla, considero que DiCaprio ya pertenece a un selecto grupo de actores míticos como Brando, Newman, de Niro o Pacino, por citar algunos, e injusticias históricas existen muchas en estos galardones.

Por lo demás, destacar la original mirada del director y su personal forma de rodar. Aunque no me gusta demasiado su estilo, está muy bien hecha y sorprenden sus escenas tan increíblemente realistas. Iñárritu, al igual que en su anterior trabajo, “Birdman”, parece querer que el espectador sea cómplice de la narración y, aun incomodándolo en ocasiones con sus tomas, lo hace consciente de la cámara en muchos momentos, como se confirma en el plano final.

Las habituales cálidas y áridas llanuras típicas del western, son sustituidas aquí por paisajes montañosos muy arbolados, con nieve y condiciones atmosféricas adversas. Iñárritu lo explota fotografiando imágenes de gran belleza en las que se recrea y utilizando el entorno como un personaje más que integra dentro de la historia.

Resumiendo, una interesante obra que cuenta con uno de los trabajos actorales del año que merece la pena no perderse.

15/02/2016

martes, 16 de febrero de 2016

LA CHICA DANESA

Una de las películas más interesantes de la temporada, entre otras cosas, por estar basada en un hecho real y tratar un tema que puede hacer entender mejor a aquellas personas menos dotadas de empatía, los sentimientos y sensaciones que experimentan quienes viven atrapados en un cuerpo que no les corresponde.

Dirigida por el británico Tom Hooper, quién ya mostró su buen hacer con la premiada “El Discurso del Rey” o “Los Miserables” y protagonizada por el oscarizado Eddie Redmayne y Alicia Vikander, ambos nominados también este año, convierten el filme en un duelo actoral de altura en el que para mí, ella se lo come a él interpretativamente hablando. Bien es cierto que el papel de Redmayne no es nada fácil y resulta complicado darle el punto exacto de credibilidad y contención, que consigue mantener en su mayoría bastante dignamente, pero es que ella está maravillosa.

Tratándose de una pareja que se dedica a la pintura, ésta apoya a su vez estéticamente a la propia película, sustentándose para ello en la fotografía y en la dirección de arte, recurso ya muy utilizado pero que la dota de coherencia. No era difícil reconocer la influencia de Degas en algunas escenas del principio, por ejemplo, donde el mundo de la danza está muy presente.

El guion, basado en la novela homónima de David Ebershoff, es bastante lineal, narrando de forma clara y sencilla la evolución del personaje principal sin mayores artificios ni morbos innecesarios y consiguiendo que el espectador lo comprenda con facilidad. Hooper demuestra una vez más su clase y buen gusto a la hora de rodar.

La película, al igual que la deliciosa música de Alexandre Desplat, destila delicadeza, dulzura, refinamiento y feminidad, a pesar de la dureza de las emociones que describe y de las tremendas decisiones que deben adoptar sus protagonistas.

Como curiosidad, decir que una de sus cuatro nominaciones a los Óscar es para el español Paco Delgado al mejor diseño de vestuario, que ya estuvo nominado anteriormente por su trabajo con este mismo director en “Los Miserables”.

Sin duda, una cinta que merece la pena ser vista por su valor cinematográfico y pedagógico, que puede ayudar a desterrar ciertas creencias vetustas que, por extraño que parezca, aún perduran en las mentes más ignorantes.

16/02/2016