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miércoles, 30 de diciembre de 2015

JOHN WILLIAMS, VIDA Y OBRA

Este era el libro que todos los amantes de la música cinematográfica estábamos esperando desde hace mucho tiempo y ha sido un joven músico sevillano, Andrés Valverde, el que ha tenido la valentía de hacerlo.

Afortunadamente el resultado de este complejo pero apasionante desempeño ha sido brillantísimo, convirtiéndose en una obra imprescindible, no solo para los seguidores de las bandas sonoras sino para cualquier estudioso de la música. Y es que estamos ante el que es, posiblemente, el compositor más importante del último cuarto del siglo XX y de lo que llevamos de éste.

El libro cuenta con mucha documentación biográfica, transcripciones de declaraciones personales del maestro neoyorkino, así como un análisis serio y profundo de algunas de sus obras más importantes. Ciertamente que sus partes más especializadas requieren de alguna formación musical, pero cualquier buen aficionado podrá disfrutarlas realizando la escucha al mismo tiempo que se leen dichos análisis.

Esperamos más trabajos de estas características de este especializado autor.

29/12/2015

SINOPSIS DE CINE

Este es uno de esos libros diferentes al resto, que surgió de manera casi anecdótica en Facebook, donde su autor, el madrileño Ángel Sanchidrián, comentaba películas a su estilo y que poco a poco se han convertido en un fenómeno de masas. De ahí a comercializarlo en papel, fue un paso lógico y muy esperado.

El libro es, por tanto, un compendio de sinopsis de películas, como su nombre indica, agrupadas por géneros. El secreto de su éxito y su particularidad es la divertidísima forma que tiene Ángel de describir estos grandes éxitos del cine conocidos por todos.

Las reseñas conservan una estructura similar, con una introducción, conclusión y frases que se repiten que dan unidad y se reconocen como su sello personal. Son bastante cortas, apenas una hoja por una cara de un libro de bolsillo y por supuesto no tienen un orden narrativo por el que necesariamente haya que empezar y terminar, eso lo convierte en una obra que hasta para aquellos que no tengan tiempo o incluso no les guste leer puedan disfrutarlo. 

Curiosamente, es muy propio para leerlo en voz alta con la familia o amigos y compartir con ellos risas a mansalva. Utiliza expresiones coloquiales y otras muchas inventadas por el autor que son absolutamente desternillantes. Tiene un sentido del humor que me recuerda en cierto modo al de Joaquín Reyes y su “Hora Chanante”, aunque es muy original.

En definitiva, una apuesta segura para los amantes del cine o gente con sentido del humor y ganas de pasarlo en grande.

29/12/2015

CINEASTA BLANCO, CORAZÓN NEGRO

Hacía tiempo que quería escribir sobre algunos libros de temática cinematográfica que leí este año y que por diversas circunstancias no he tenido oportunidad, así que aprovecharé estas fechas para hacerlo y que puedan servir como recomendación de regalo de Navidad, ya que con un libro siempre se acierta.

"Cineasta blanco, corazón negro", está escrito por uno de los comunicadores más activos y comprometidos con la cultura en general y con la literaria y cinematográfica en particular, el granadino Jesús Lens.

Cuenta este trabajo con tres atractivos pilares. Por un lado, uno de los continentes más desconocidos e interesantes, África, donde se sitúa la narración. Por otro, un gran número de obras cinematográficas ambientadas en dicho continente y por último, las enriquecedoras experiencias personales del autor, gran conocedor y enamorado de África.

La buena conjugación de estas tres bases convierte a este libro en un extraordinario viaje por este continente tan cercano como ignorado. Cada uno de sus capítulos es una etapa que nos aporta algo nuevo, diferente. Tomando el cine como excusa, nos hace conocer más y mejor sus países, ciudades, parques naturales, fauna, paisajes y gentes, así como sus problemáticas políticas y sociales. Lens adereza cada relato con sus vivencias consiguiendo transmitirnos su pasión y removiendo nuestras conciencias.

Es uno de esos libros que no quieres que terminen, que te despierta las ganas de ver cine y sobre todo de coger el equipaje y embarcarte en el primer ferry que salga desde Algeciras. Altamente recomendable.

29/12/2015

martes, 22 de diciembre de 2015

STAR WARS EPISODIO VII: EL DESPERTAR DE LA FUERZA

El ansiosamente esperado episodio VII de Star Wars, que visto a un día de su estreno uno tiene la sensación de que ya va tarde por la cantidad de información y opinión que ha generado incluso antes de que pudiéramos acudir al cine la mayoría de la gente de a pie, me atrevería a decir que no solo ha cumplido mis esperanzadas expectativas sino que incluso las ha superado, colocándose como mi preferida de la saga.

Contiene todo aquello que un seguidor de la antigua trilogía (episodios IV, V y VI) desearía ver, con momentos que erizan la piel y en donde los espectadores que abarrotan la sala exclaman con admiración y aplauden.

El trabajo de J. J. Abrams ha sido espectacular, ha sabido combinar con maestría la tradición más añorada con la modernidad, aprovechando al máximo las últimas tecnologías. La mano de Disney y su poderío, ha contribuido significativamente para dar forma a este colosal proyecto. En cierto modo, ha dado una lección de cómo hacer las cosas, superando a Lucas de tal forma que la trilogía dirigida íntegramente por éste se queda un poco en mantillas (el abuso de los cromas y los personajes creados por ordenador era excesivo).

La influencia de Steven Spielberg sobre este más que experimentado cineasta es notoria, como ya demostró en “Súper 8”, combinando la acción y la fantasía con divertidos momentos de comedia que dotan de ritmo y frescura a la narración.

El guion, del propio Abrams, Michael Ardnt y el mítico Lawrence Kasdam, no se distingue por su originalidad (tiene muchas referencias a la primera película), pero se ha llevado a cabo de tal manera, que para mí es lo de menos.

Técnicamente es perfecta y la fotografía maravillosa, el detalle de la luz de los sables láser sobre el rostro de los personajes es memorable. Las localizaciones están muy bien elegidas, con escenas de una belleza y un lirismo único. Pero yo destacaría fundamentalmente la sensación de realidad tan brutal que tiene todo, desde los decorados, escenarios, naves, vuelos, impacto de los disparos, efectos… La plasticidad de las maniobras con las que surca el cielo el Halcón Milenario es imponente, te deja pegado a la butaca y con la boca abierta.

El diseño vuelve a ser genial, muchos de los elementos ya conocidos, como los uniformes de los soldados de asalto, presentan una estética más moderna, algo retocada. Me convence menos el aspecto de Kylo Ren, con una máscara no muy justificable y apariencia casi de samurái, pero superar a Darth Vader o incluso a Darth Maul era complicado. La novedosa espada cruciforme que porta, sin embargo, me parece un gran tino.

Pero donde los creadores han puesto la guinda ha sido con el nuevo androide BB-8, adorable y carismático, con una morfología mucho más coherente que el legendario R2D2 para desplazarse por diferentes tipos de terreno. Que éste pudiera deambular por el desierto y el bosque con sus ruedines, para mí no era demasiado lógico.

En todo este maremágnum y despliegue de medios, el componente humano ha sido determinante y sus iconográficos protagonistas un acierto. Destacan la ya sabida reaparición de Han Solo, absolutamente estelar, y los jóvenes Finn (John Boyega) y sobre todo Rey (Daisy Ridley) que con su fuerza y personalidad enamora en cada secuencia. (Espero que el peso de sus personajes no trunque sus carreras profesionales).

A diferencia de los episodios I, II y III, que presentan jedis impasibles, casi inhumanos (aunque tiene cierta lógica), aquí los héroes son intrépidos y valientes pero se muestran de carne y hueso, ríen, lloran, sudan, se cansan, son heridos, vulnerables, al igual que por fin los malos también aciertan cuando atacan. Por poner alguna pega, solo el personaje del líder supremo del lado oscuro, Snoke, se nota demasiado artificial.

Una de las facetas que más expectación ha creado y cuyo secreto se ha mantenido prácticamente hasta el día del estreno, ha sido la banda sonora de John Williams, que hace un trabajo soberbio con el mérito extra de tener ya 83 años. La música es trepidante, no parece propia de un octogenario, y encaja como un guante en la película, pero el estar en un segundo plano al servicio de la imagen y en cierto modo pasar desapercibida, que es un aspecto positivo en general en la música de cine, no es lo que se espera del todo del maestro en un proyecto como este, que es su sello como creador. Yo al menos echo en falta un tema musical nuevo potente e identificable que fuera buque insignia de la nueva trilogía, cosa que sí hizo en el episodio I con “Duel of the Fates”.

En conclusión, una película imprescindible que supera a las demás de la saga, con varios momentos memorables e impactantes y que sembrará otra nueva generación de seguidores de esta obra de arte y fenómeno de la cultura popular de los últimos 40 años y que a mí me emocionó más que cuando era niño.

19/12/2015

jueves, 17 de diciembre de 2015

EL PUENTE DE LOS ESPÍAS

Este último trabajo de Spielberg, ha recabado excelentes críticas ya desde los primeros días de su estreno. Como buen cronista de la historia estadounidense, una vez más nos vuelve a acercar un hecho real para hacer justicia a los héroes anónimos en tiempos y circunstancias difíciles.

Efectivamente el film cuenta con una muy buena factura cinematográfica, perfecta técnicamente, pero echo de menos ese “toque” Spielberg, en el cual solía introducir con una maestría única, momentos de humor aún en las situaciones más dramáticas y que añadía un ritmo especial. También me dio la sensación de que le falta algo de pulsión y tensión, que sí contaba, por ejemplo, otra de ambiente algo parecido, la magnífica “Munich”.

Tom Hanks, absoluta figura protagonista (y que se va encaminando cada vez más a ser para Spielberg lo que Johnny Depp es para Tim Burton), está bien como siempre, pero la flema de su personaje, por no decir el cuajo, rezuma exceso de confianza y previsibilidad, restando, como digo, la tensión que necesita la película.

La música de John Williams, siempre presente con este director y sin la que no se entendería su filmografía de la misma manera, se echa en falta. Thomas Newman no lo hace mal, predomina su discreción y es fiel a su estilo, aunque se acerca en los momentos más patrióticos (tal vez de manera intencionada o dirigida) con esos solos de trompeta, al más representativo de los autores estadounidenses de los últimos 40 años.

En cualquier caso, siempre es un placer revisitar a este gran director, que seguirá siendo mi cineasta favorito.

10/12/2015