Menú

martes, 17 de febrero de 2015

INTO THE WOODS

Película basada en el musical homónimo estrenado en Broadway en 1987. Si a dicho musical, que cuenta con un divertido guión y maravillosas canciones, le sumamos un magnífico reparto, una fantástica producción aportada por la pátina de Disney y la mano maestra de Rob Marshall en la dirección (“Chicago”, “Memorias de una Geisha”, “Nine”), no queda otra cosa más que degustar una obra de altísima calidad.

La historia, que mezcla diversos cuentos clásicos que en algunos casos la misma factoría del ratón ha llevado a la gran pantalla abundando en los tópicos propios de éstas fábulas, aporta aquí una visión diferente y fresca, con una moraleja final mucho más moderna y realista.

La espléndida escenografía y dirección de arte hacen realidad esos mundos de fantasía pero sin dejar de lado el aspecto teatral.

El trabajo de actores y actrices es espectacular, dando el toque justo de comicidad requerido y derrochando gusto musical en la interpretación vocal. En el elenco, encabezado por Meryl Streep y con la aparición testimonial de Jonny Depp haciendo de “El Lobo”, destacan especialmente Emily Blunt (la esposa del panadero) y los jóvenes Daniel Huttlestone (Jack y las habichuelas mágicas), quien ya hiciera de Gavroche en “Los Miserables” y sobretodo la sorprendente Lilla Crawford (Caperucita Roja), con un cuestionable físico pero con un talento desbordante.

Sin embargo, a mi modo de ver, lo mejor de todo es poder disfrutar de la labor de uno de los más grandes compositores de musicales vivo, Stephen Soundheim. No se trata de un autor al uso, discípulo de Oscar Hammerstein II, alcanzó su primer gran éxito por su trabajo como letrista en la obra maestra de Leonard Bernstein, “West Side Story”. No obstante, su calidad como escritor no va en detrimento de su talento compositivo, más al contrario, aún poniendo las notas al servicio del texto, consigue un estilo musical muy original, diferente al resto. Muestra de ello es su gran obra maestra “Sweeney Todd”.
Su dominio de la dramaturgia y su eclecticismo lo hacen capaz de abarcar gran variedad de géneros, desde los más ligeros, cercanos a la revista, hasta obras con un carácter más profundo, rozando la ópera contemporánea y pasando por el jazz o el Broadway clásico.

En “Into the Woods” las melodías intrincadas pero aparentemente naífs, se ven revestidas por sus atípicas armonías, contrastando así con el eufonismo característico de los cuentos de hadas y dándole un sabor mucho menos edulcorado.
Por tanto, un fastuoso espectáculo de teatro musical llevado a la gran pantalla, con contenido de moralizante cuento para adultos.
02/02/2015

miércoles, 4 de febrero de 2015

LA TEORÍA DEL TODO

La teoría del todo hace referencia a una hipótesis que explica y conecta en una sola todos los fenómenos físicos conocidos. Es la premisa de esta película que habla sobre uno de los científicos más brillantes de nuestro tiempo, pero que se centra principalmente en su faceta como hombre.

Narra, por tanto, la biografía de Stephen Hawking inspirada por las memorias “Travelling to Infinity: My life with Stephen” de Jane Hawking, su primera esposa y madre de sus tres hijos, con la que compartió 25 años de matrimonio.

El filme se mantiene en un buen tono general, sin abusar de recursos efectistas en los que poner de manifiesto el talento intelectual del protagonista. El guión recalca el aspecto romántico, la abnegación de su mujer y la entrega a la vida en pareja en la que destaca la manera con la que se afrontan las dificultades que se van encontrando en el camino.

Sin lugar a dudas, lo más significativo es la actuación de Eddie Redmayne, que realiza un trabajo impresionante desarrollando de forma magistral todo el proceso personal y degenerativo de la enfermedad que padece Stephen. La interpretación desde el punto de vista psicológico y físico es memorable, para mí, claro favorito a llevarse la estatuilla del Óscar de este año como mejor actor protagonista. El papel nos puede recordar al que ya hiciera Daniel Day-Lewis en 1989 en “Mi pie izquierdo” y que le valió el premio de la academia.

La labor de caracterización, a lo largo de los años que se van relatando, es igualmente asombrosa, dando la impresión de ver en pantalla al verdadero cosmólogo.

Subrayar la calidad de la banda sonora del islandés Jóhann Jóhannsson que, a pesar de utilizar un planteamiento estético nada novedoso, sí que deja una impronta melódica muy personal, con momentos de gran lirismo. Como curiosidad, señalaría el momento musical de la boda, que me recordó sobremanera a algunas de las composiciones de nuestro querido Antón García Abril.

Por tanto, un filme bastante correcto con una interpretación sobresaliente que pasará a la historia.

04/02/2015