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viernes, 26 de diciembre de 2014

INTERSTELLAR

Desde el principio he tenido la impresión de que esta película ha venido a rebufo del enorme éxito que tuvo la tan premiada (y adorada por mí) "Gravity", que ya se ha convertido en un referente para producciones de temática espacial, con permiso de “2001, una odisea del espacio”.

No puedo evitar la comparación entre ambas por proximidad temporal y género. Desde el punto de vista estético tienen lógicos elementos en común, pero notables diferencias en otros muchos aspectos que las hacen ser muy distintas. Por un lado, la escenografía y los efectos visuales, mucho más impresionantes y realistas en Gravity. El guión, sencillo y lineal en la producción de Cuarón, es intrincado, complejo y por momentos hasta enrevesado en la de Nolan. La primera aborda el tema científico desde una perspectiva más realista y tecnológica e Interstellar pretende tratarlo de manera más profunda y teórica, introduciendo altas dosis de ficción.

En definitiva, se trata de una cinta dispar que ha contado con el estimable asesoramiento del prestigioso científico Kip Thorne, uno de los mayores expertos mundiales en las aplicaciones a la astrofísica de la teoría de la relatividad general de Einstein y que también ha participado como productor ejecutivo. Es interesante la forma en la que resuelve visualmente ciertos aspectos teóricos que son difíciles de imaginar, pero se pierde demasiado en un metraje excesivamente largo y falto de ritmo que la hace pesada. Por suerte remonta al final y deja con un sabor algo agradable.

La música, de Hans Zimmer, ha sido objeto de alabanza por parte de ciertos sectores de la crítica especializada. Personalmente, me gusta cuando su música no parece suya, y este es el caso. Considero también positivo el uso de diferentes registros sonoros que le dan variedad, utilizando un fondo musical etéreo que le confiere ese ambiente espacial necesario y que nos acerca a un estilo new age, el uso minimalista del piano y un estilo más clásico con el que se hace referencia directa a “2001”.

Como curiosidad y homenaje también a la obra maestra de Kubrik e incluso a “Star Wars”, es la aparición de un robot de dudoso gusto estético en su diseño (más simple no puede ser, realmente minimalista), pero que sirve de contrapunto simpático en la película.

En conclusión, creo que es una película que hubiera ganado muchísimo si se hubiera apostado por un montaje adecuado y un metraje más reducido.
10/12/2014

lunes, 15 de diciembre de 2014

DRÁCULA, LA LEYENDA JAMÁS CONTADA

Nunca se pareció más este personaje, romántico a la par que siniestro y que representa al vampiro por excelencia, a un superhéroe de la Marvel como en esta nueva versión que nos ofrece el director Gary Shore y que protagoniza Luke Evans.

Todo el argumento parece urdido al estilo de Stan Lee pero con lógicas variantes. Ambientada en el siglo XV, narra la historia del príncipe de Rumanía Vlad Tepes, (en el que se basó el escritor irlandés Bram Stoker para la novela que publicara en 1897) que adquiere sus “superpoderes” a través del típico pacto mefistofélico con el fin de salvar a su pueblo y su familia de la amenaza turca.

El villano es también típico de cómic, tremendamente despiadado despliega sus ejércitos de forma desproporcionada y cruel, ante los cuales nuestro protagonista se basta solito para contrarrestarlos exhibiendo sus descomunales habilidades para la lucha. Así mismo, conoce los puntos débiles del héroe y utiliza sus métodos como Lex Luthor usaba la kryptonita contra Superman.

Realmente cuando salí del cine me quedé igual que entré, tal vez sea un filme demasiado pueril. Me dio la sensación de haber visto una viñeta épica vampírica en un entorno propio de la tierra media, los escenarios me recordaron a los de “Las dos torres” de Peter Jackson.

05/11/2014

jueves, 11 de diciembre de 2014

LA ISLA MÍNIMA

Película destacada y premiada en el Festival de San Sebastián, que está siendo una de las sensaciones de la temporada con éxito de crítica y público. No es fácil, siendo española, colocarse entre las más vistas y valoradas de la cartelera, pero posee muchos elementos para ser así.

Dirigida por el extraordinario realizador sevillano Alberto Rodríguez, tiene una trama truculenta, magnífica ambientación (marismas de Huelva en los años 80), preciosa fotografía, escenas bajo la lluvia en tono poético memorables y un dúo protagonista excepcional al que le auguro futuros galardones. Descollante es el trabajo de Javier Gutiérrez, a quien acostumbramos a ver en papeles cómicos, se destapa aquí con un personaje de carácter, con luces y sombras. Es un claro caso típico de actor de comedia que hasta que no hace un papel dramático no se le reconoce. A mí siempre me ha parecido soberbio.

A pesar de todas sus bondades, curiosamente no me sedujo lo suficiente. Su argumento tan oscuro y su justo ritmo pausado no me entusiasmaron como sería deseable, le faltó poco para que me pareciera incluso aburrida en ciertos momentos.

Para muchos tiene un más que razonable parecido con la serie americana “True Detective”, cosa que ciertamente podría quitarle parte de su mérito.

Como curiosidad, la aparición del protagonista de “El niño”, Jesús Castro (que afortunadamente aquí no interviene demasiado), haciendo de nuevo de niñato pero esta vez más peligroso, y la de Jesús Carroza, otro de los niñatos de “El niño”, que aquí hace de un para nada creíble guardia civil.

Por tanto, película recomendable para los amantes de este género y del cine bien hecho, pero que tal vez decepcione a quienes esperen una intriga policiaca trepidante.

04/11/2014

jueves, 4 de diciembre de 2014

EL NIÑO

Aunque ya alejado de su estreno, al fin pude ver una de las películas que con más fuerza irrumpieron en las carteleras a la vuelta del verano. En general la aceptación del público ha sido muy positiva, también alentada por una gran campaña publicitaria auspiciada por Tele 5.

Yo igualmente me sumo a esa buena acogida ya que su director Daniel Monzón, quien en un tiempo fuera crítico de cine, demuestra dominar la técnica cinematográfica y nos ofrece con visión hollywoodiense una temática marcadamente localista pero que resulta coherente y verosímil.

Plantea algo tal vez más habitual en el cine americano, al jugar con las emociones del espectador y proponiendo una dicotomía moral entre el bien y el mal que la hace atractiva.

Desde el punto de vista interpretativo se pueden distinguir dos planos, por un lado el de los policías, que cuenta con un buen plantel en el que destaca Bárbara Lennie, Luis Tosar (que parece ser que necesita un peluquín para hacer de policía) y sobre todo Eduard Fernández, y por otro el de los jóvenes delincuentes, que flojea bastante.

En cuanto al tan mencionado protagonista, Jesús Castro, decir que se nota demasiado que no es actor profesional. No transmite, es frío, sin oficio y tiene serios problemas de dicción, aunque quieran reflejar de la manera más realista posible el acento del estrecho. Eso de que podría ser el nuevo Paul Newman nada de nada, mucho tendría que aprender este chico y no solo en el plano interpretativo. Lo único en lo que se le puede parecer es en el color de ojos y en unas cuantas fotos hechas a propósito. Le falta el porte, el glamour y la elegancia que siempre desprendía el de Ohio aún cuando le tocaba hacer de inadaptado social. Si este personaje da nombre a la película, más que llamarse “El niño” se ajustaría más a la realidad si el filme se denominara “El niñato”. No obstante y a pesar de todos sus defectos, resuelve su debut con un suspenso alto.

La chica, Mariam Bachir, trabaja algo mejor pero tampoco hace que funcione la química que debería haber en su relación y resulta falsa y forzada. Considero que también hay parte de culpa en el guión, en la dirección de actores o directamente en el casting, no sólo es producto de la inexperiencia de los noveles.

De todo este grupito el que se salva con la nota más alta es Jesús Carroza, que ya ganó el Goya a mejor actor revelación en 2005 por “7 Vírgenes”  y, aunque en ésta como en aquella parezca hacer de sí mismo, da el contrapunto de humor y frescura necesario que agradece sobremanera la cinta.

Aún con sus desaciertos, incluido el excesivo metraje, se deja ver y se pasa un rato entretenido en el cine.

02/11/2014